EL FLORIDO PENSIL (Estados Unidos 2002)
UNA PELÍCULA DE SKECHTS... AUNQUE CON ALGUNOS TE RÍAS
Aunque reconozco que cuando que cuando se tocan temas políticos sobre la España franquista nunca soy objetivo, me apetecía la idea de ver una película que hablaba de ese tiempo que a algunos nos tocó vivir. A mi, poco porque cuando Franco murió yo tenía solo 11 años, pero es justo las edades de los personajillos esta película. Verme reflejado en esos niños me transportó a mi infancia y pase un rato entretenido.
La trama no tiene nada que ver con el teatro griego, aquí no hay un conflicto, ni hay ni siquiera un desarrollo claro ni, por supuesto, un desenlace final. Este guión es una sucesión de skechts individuales, uno detrás de otro con el marco común de una clase de un colegio de niños en edad infantil. De la gracia o no que estos skechts puedan hacerle al espectador va a depender de si te va a gustar o no esta película.
Dudo mucho que aun público joven, que no vivió la época en la que esta ubicada esta historia, le puedan hacer gracia esos chistes que se cuentan o las ridículas situaciones que se plantean. Ya sé que a mi me hicieron reír un par de veces, pero eso es porque son situaciones ridículas que yo mismo viví y que, si me parecieron ridículas en su tiempo porque no las entendía, hoy en día me parecen de vergüenza la España tan absurda que nos estaba tocando vivir.
Ese absurdo dio pie a muchos tópicos. Con esos tópicos es con los que se sentó a trabajar el granadino Andrés Sopeña para crear el libro homónimo y que en contacto con Juan José Porto se convirtió en guión después de ser una obra de teatro muy aplaudida. Juan José dirige con maestría a unos niños que sufrirán una y mil palmetadas con la regla como las sufrimos todos los niños que estudiábamos en esa época después de rezar el credo.
Un elenco de actores muy reputado entre los que destaca la magistral interpretación de Fernando Guillén como el maestro de la clase (el de las palmetadas) y que está como elegido adrede. Vamos, que como en un spot que acabo de escribir y que se desarrolla en una clase podría haber cambiado las cinco líneas en las que describo al profesor por un: como Fernando Guillén en “El florido pensil”.
También destacamos las interpretaciones de mi amiga Natalia Dicenta, siempre tan natural, el propio Fernando Guillem Cuervo que tiene una secuencia con su padre rodada en las afueras del Valle de los Caídos. Se sabe que tras la negativa de Patrimonio Nacional a ceder el interior del mismo, obligó a cambiar el guión a última hora para hacerlo fuera. También aparece el Gran Wyoming haciendo, como siempre, de él mismo. Nunca he visto un actor que siempre haga iguales todos los papeles como él.
Y otro apartado que a mi me gusto es el de la localizaciones por nuestra España interior. Y en la que vemos Siguenza, lugar donde quiero localizar las secuencias del largometraje que en estos momentos estoy escribiendo. Y una salvedad. No entiendo las secuencias de Roberto Alcázar y Pedrín en las que Francis Lorenzo y Jorge Sanz no están a la altura de un comic y que se las podían haber ahorrado sin problema.
Valoración REGULAR
Fotograma
Guy Pierce y Carrie-Anne Moss